SUEÑOS DE HALLOWEEN

Dicen que en la oscuridad,
existen monstruos y fantasmas.
Dicen que todo es maldad
y yo sólo veo disfraces y máscaras.

Para unos, 
es una noche terrorífica.
Para otros, 
una noche mágica.

Todo vale, 
todo cuenta.
Y esta noche
tú serás bruja, zombi o cenicienta.

Es Halloween,
truco o trato harás.
Y en ese va y ven,
muchos caramelos conseguirás.

Casas y jardines, 
con decoración de terror.
Te invitarán a picar en sus timbres,
haciéndote sentir temor.

¿A qué temes?
A que se abra la puerta,
y encuentres en su umbral,
una hechicera tuerta.

¡No temas! te dirá.
Y tú, desconfiada,
mirarás hacia atrás.

La hechicera,
cogerá tu mano.
Y tú, querrás huir.
Pero, te dará un regalo
que te ayudará a seguir.

A seguir adelante,
en tu vida.
Con un amuleto brillante,
que te dará luz cada día.

Busca tu camino,
te dirá.
Y a partir de ese momento,
en una guerrera te convertirás.

Todo vale,
todo cuenta.
Y, en esta noche de Halloween,
eres tú quién sueña.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

REFLEXIÓN SOBRE LA CONCIENCIA

Hoy, reflexionaremos sobre la conciencia. Pero antes de empezar, es necesario conocer su concepto.

Según el diccionario, la conciencia es el conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados y sus actos. Además, de la capacidad propia de reconocerse a si mismo, de tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entorno.

A partir de esto, podemos decir que existen dos tipos de personas.

Por un lado, la persona consciente. Es aquella que tiene conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entorno.

Por otro lado,  la persona inconsciente. Es aquella que no es capaz de percibir lo que le sucede a si mismo ni lo que pasa a su alrededor.

Y ahora... ¡Empecemos a reflexionar!

Si te hago esta pregunta: ¿Está tu conciencia despierta? ¿La usas a menudo? ¿Eres una persona consciente? probablemente tu respuesta será SÍ. Y creo en ella sin duda, no pretendo cuestionarte.

Pero, pensando y pensando, he llegado a la conclusión que a veces sin darnos cuenta dejamos de usarla, sobre todo en esos momentos de estrés que vamos corriendo de un lado a otro, haciéndolo todo tan mecánicamente que ya ni pensamos en aquello que hacemos, decimos y pensamos. En este momento, la conciencia pasa a segundo plano y se queda adormilada. Actuamos sin más. 

Y es ahí, cuando sin querer fallamos o nos equivocamos en algo y como si de una alarma se tratara, nos paramos un momento y atendemos, ahora sí con nuestra conciencia despierta de nuevo. Dispuestos a analizar y corregir aquello en lo que nos habíamos equivocado.

Y sin quererlo, así es el ser humano actual, selectivo a la hora de usarla. ¿Por qué? Porque llevamos tantas cosas en nuestra cabeza (preocupaciones, obligaciones, plannings, recuerdos, etc.) que estamos saturados y cada vez queda menos espacio para la conciencia. Es una lástima, pero así sucede a menudo, ¿no crees?

Y cuando eres capaz de usarla, de pararte un momento y dedicártelo a ti mismo/a haciendo un poco de balance y análisis sobre ti mismo/a y todo cuanto te rodea. ¿Qué sientes? 

¿No es una experiencia increíble? A mí, sí me lo parece la verdad.

Cuando nos adentramos en nosotros mismos y en nuestra conciencia, es importante conocer los diferentes tipos que podemos encontrar. 

Existe: la conciencia moral, la conciencia histórica y la conciencia en psicología.

La conciencia moral, nos señala si las acciones o actitudes que tomamos son correctas o no. Ésta, va ligada con una serie de valores morales que tiene la persona. Y estos valores son los que orientan el comportamiento y acciones de las personas.

La conciencia histórica, es aquella que nos permite comprender que todo lo que sucede en la actualidad es el resultado de una serie de acciones pasadas.
Ésta, nos permite darnos cuenta de que nuestros actos y acciones tendrán repercusión en las vidas de otras personas en un futuro.

Y por último, la conciencia en  psicología nos permite darnos cuenta de todo lo que sucede a nuestro alrededor a partir de una serie de reflexiones sobre las propias acciones y las realidades presentes en nuestro entorno.

Estos tipos de conciencia, nos hacen ver lo amplia que puede llegar a ser y como puede llegar a abarcarlo todo.

Así que, insisto de nuevo, lo importante que es saberla usar correctamente y tener un buen control sobre ella. Porque si no es así, las consecuencias negativas no sólo son para uno mismo, sino también para todos los que nos rodean,  todos con los que nos relacionamos y compartimos nuestro día a día. Y nunca, puedes llegar a saber con certeza la repercusión que tendrá sobre cada persona.

Con lo que te animo a hacer ese trabajo interno, ese análisis para conocerte más a ti mismo/a y conocerla a ella también, que está siempre a nuestro lado haciéndonos el animal más racional.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

LOS PENSAMIENTOS DE MAR AZUL (3a PARTE Y FINAL)

Después del último percance con David, Leticia y Sofía habían decidido que debían hacer algo para terminar con todo aquello de una vez por todas.

Se les había ocurrido algo y lo llevarían a cabo con la ayuda de las plantas que tenían en clase.

Un día, estaban en clase de Inglés, cuando a Toni, Jony y Pedro, sin saber cómo, se les cayeron todos los libros de las mochilas.

—Pero, ¿Qué pasa? —preguntó Pedro muy extrañado.

Mientras el resto de niños se reían sin parar de lo sucedido.

—¡No os riais! —gritaba Toni muy enfadado.

Pero entonces, Leticia y Sofia se acercaron para ayudarles a recoger los libros y así entre todos los recogieron más rápido.

Pero es que ese mismo día, antes de salir al patio, los niños fueron a coger su almuerzo. Estaban todos los compañeros esperando a que Toni, Jony y Pedro cogieran sus almuerzos. Pero...

—¡Qué raro! si mi madre me había guardado el bocadillo en este bolsillo, ¿Por qué no está? —dijo Jony.

—A mí, me pasa exactamente lo mismo, mi almuerzo ha desaparecido —dijo Pedro.

—¡Y el mío! —añadió Toni.

—¿Qué sucede chicos? —preguntó la profesora.

—No encontramos nuestros almuerzos.

—Ayudémosles a buscarlos —propuso la profesora al resto de alumnos.

Y así lo hicieron, todos se pusieron a buscar. Hasta que los encontraron, estaban en el cajón que había bajo las mesas de Toni, Jony y Pedro. 

Después, salieron al patio.

Los tres niños, empezaban a inquietarse por todas las cosas que les estaban sucediendo. No entendían nada.

Sofía y Leticia, se miraron y se rieron en silencio cómplices de lo que estaba sucediendo.

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Pero, esto aún no había terminado. 

Estaban jugando en el patio cuando de pronto David fue corriendo al lavabo y Toni, Jony y Pedro fueron tras él con la intención de meterse con él de nuevo.

Pero, cuando estaban todos en el lavabo, las luces se apagaron de pronto y la puerta se cerró. ¡Todos gritaron asustados! 

Pedro, intentó abrir la puerta para salir, pero no pudo abrirla.

—Pero... ¡¿Qué leches está pasando?!

—Estoy muy asustado —dijo David.

—Anda calla. Intentemos pensar cómo salir de aquí —propuso Jony.

Pero de pronto, al otro lado de la puerta estaban Leticia y Sofia.

—Chicos, ¿estáis bien?

—¿Tu que crees? —contestó de mala manera Toni.

—Si te pones así, no os ayudaremos —contestó Sofia.

—Vale, estamos asustados y queremos salir de aquí. Pero, esta maldita puerta no se abre —contestó Toni, esta vez más sereno.

—¡Apartaos! —dijo Leticia. 

Y entonces, entre todos los compañeros empujaron la puerta varias veces hasta que... ¡¡¡consiguieron abrirla!!!

Y fue, en ese momento, delante de todos sus compañeros que Toni, Jony y Pedro se arrepintieron de lo mal que se habían portado con sus compañeros. A pesar de su mal comportamiento, sus compañeros les habían ayudado a: buscar sus almuerzos, a recoger sus libros, a salir del lavabo... sus compañeros podían haberse regocijado con todo lo que les había sucedido y sin embargo, habían decidido ayudarles. 
Aquello sin duda les sirvió de lección y por ello pidieron perdón.

—Nos hemos dado cuenta de lo mal que nos hemos portado y os queremos pedir perdón. No volveremos a comportarnos así de mal, pues hemos aprendido que la violencia no trae nada bueno. ¡Queremos ser vuestros amigos!

Y así fue, como desde aquel día en el colegio Mar Azul volvió a reinar la paz. 

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

LOS PENSAMIENTOS DE MAR AZUL (2ª PARTE)

Habían pasado ya los quince días de expulsión y Toni, Jony y Pedro volvieron al colegio.

Aparentemente, estaban más tranquilos y respetaban a sus compañeros. Pero, como era de esperar, esto no duró mucho tiempo y después del primer mes en el colegio empezaron de nuevo a meterse con los otros niños.

Esta vez, le tocó a Núria. Núria, era una niña pelirroja con muchas pecas en la cara. Estaban en clase de Ciencias Naturales cuando ocurrió. 

Núria se había levantado a resolver el ejercicio que había propuesto el profesor en la pizarra. En ese momento, Jony muy discretamente se levantó simulando que iba a la papelera a hacer punta a su lápiz y aprovechó para enganchar chicles en la silla de la niña. Así, cuando Núria volvió a sentarse en su sitio, se le quedaron todos pegados en el pantalón que llevaba puesto y empezó a llorar.

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Fue entonces, cuando los Pensamientos se iluminaron de nuevo. 

En ese momento, Leticia cogió su planta y salió corriendo en dirección al lavabo y allí, se escondió, abrazó a su planta y como si ésta pudiera contestarle, le preguntó:

—¿Qué te pasa? Siempre que sucede algo malo, tú y el resto de Pensamientos os ilumináis.

—Pedimos ayuda —contestó una voz muy suave.

—¿Cómo? ¿Hablas?

—Sí. Pero, no se lo digas a nadie te tomarán por loca. Las únicas que podéis ver nuestra luz y escucharnos sois Sofía y tú.

—¿Porque?

—Porque sois las elegidas para esta misión. ¡Necesitamos que nos ayudéis a proteger a los niños de este colegio! ¡Debemos acabar con todos esos conflictos!

—De acuerdo, ¡lo haremos!

Luego, la planta dejó de brillar con lo que Leticia supuso que el conflicto en clase había terminado. Así que, volvió a la clase.

Al entrar, el profesor la miró extrañado sin entender muy bien que hacía. Leticia para disimular dijo:

—He ido a regarla, estaba muy seca y necesitaba agua.

Después de dejarla en su sitio junto a las demás plantas, volvió a su silla y en voz baja le explicó lo sucedido a Sofía. Ésta no daba crédito a lo que escuchaba, pero le encantó la idea de ayudar a las flores a vencer a aquellos tres personajes.

Dos semanas después de lo sucedido con Núria, volvió a suceder algo con David. David, era "el niño gordo" de la clase, como solían llamarlo Toni, Jony y Pedro.

Estaban en el recreo almorzando cuando se acercaron Toni y sus amigos a David y le quitaron su bocadillo, tirándolo al suelo y pisoteándolo hasta dejarlo totalmente destrozado.

David, intentó evitarlo y se defendió como pudo, pero entonces le empezaron a pegar. Los profesores enseguida acudieron.

—¡Basta ya! ¡Toni, Jony y Pedro al despacho del director!

Sofía mientras tanto, cogió a su amiga de la mano, la miró y le dijo:

—¡Ha llegado nuestro momento!

Leticia asintió con la cabeza.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

LOS PENSAMIENTOS DE MAR AZUL (1ª PARTE)

El colegio Mar Azul, era un colegio aparentemente tranquilo. Pero, Leticia y Sofía sabían que no era así en absoluto.

Allí, sucedían cosas horrorosas y siempre les sucedía a los mismos niños, a los más débiles.

A sus diez años, Leticia y Sofía llevaban ya unos cuantos años estudiando en aquel colegio y no soportaban ver que Toni, Jony y Pedro se salieran siempre con la suya. Ellos, eran "los gamberrillos" del colegio y no se cansaban nunca de hacer daño y molestar a sus compañeros y por más que los profesores les alertaran y pusieran consecuencias a sus actos, nada cambiaba.

Pero un día, durante la clase de Ciencias Naturales, el profesor les explicaba que conocerían y cuidarían unas plantas llamadas Pensamientos. Así fue, como dio a cada niño una planta.

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—¡Qué bonita es! —dijo enseguida Sofía.

—Sí, tienen colores muy alegres —comentó Leticia.

—Estas plantas que os acabo de repartir, las dejaremos aquí en clase cada una con vuestro nombre y os haréis responsables de ellas. Así, podremos ver como crecen y evolucionan —explicaba el profesor.

Y así lo hicieron, cada niño puso su nombre en la maceta de su planta y después, las dejaron en una repisa grande que había junto a la ventana.

Con el paso de los días...

Mientras el profesor de Ciencias Naturales se ausentó un momento para ir a hacer unas fotocopias. Toni y sus amigos aprovecharon para hacer de las suyas.

Se acercaron a Alex, que observaba su planta y le quitaba un par de hojas secas que tenía. Jony, cogió la planta y la tiró al suelo.

—Pero, ¡qué haces! —dijo Alex enfadado.

—¿Te molesta? —se burló Jony.

Alex, permaneció en silencio. No era la primera vez que se metían con él. Justo en ese momento, Toni le quitó las gafas y empezó a correr por toda la clase.

—Venga, ¡ven a buscarlas listillo! —le decía a Alex.

Éste lloraba, sus gafas eran muy importantes para él y sin ellas no era nadie.

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Y justo en ese momento, Leticia se dio cuenta de algo. Su planta... ¡su planta se había iluminado y brillaba con más fuerza que nunca!

—¡Mira! —le susurró a Sofía. 

Ésta miró y se tapó la boca con su mano sorprendidísima de lo que estaban viendo sus ojos. Y entonces, miró su planta y descubrió que estaba igual.

Justo en ese momento, llegó el profesor. Toni le devolvió las gafas a Alex y luego junto a Jony fueron al despacho del director.

Cuando volvió la calma a la clase, las plantas dejaron de brillar.

—Que raro, ¿verdad? —dijo Leticia a su amiga y ésta asintió sin comprender muy bien qué era lo que había ocurrido.

Ese mismo día, mientras los niños jugaban en el recreo, Toni, Jony y Pedro volvieron a hacer de las suyas.

Esta vez, se les ocurrió hacer la traban queta a Óscar, un niño de rostro pálido y muy delgado que siempre iba mal vestido porque por lo visto la situación económica en su casa no era muy favorable. Leticia, lo adoraba por su educación e inteligencia.

—¡Dejadme en paz! —gritó Óscar tirado en el suelo.

—Eres un muerto de hambre, ahí es donde debes estar en el suelo —le gritaba Pedro.

Leticia vio un esplendor en una de las ventanas del colegio. ¡Se trataba de la clase de Ciencias Naturales!

—¡Otra vez! —susurró.

—Otra vez, ¿qué? —preguntó Sofía extrañada.

—Nada... ¡tenemos que ayudar a Óscar! —dijo Leticia y salió corriendo hacia el conflicto sin pensárselo dos veces.

—¡Basta ya! —gritó interponiéndose entre Óscar y ellos.

—Hombre, ¡mira a quién tenemos aquí! —dijo Toni en tono burlón.

—¡Aparta! —le propuso Pedro.

—No pienso apartarme —contestó ella.

Y entonces, la empujaron a ella también tirándola al suelo junto a Óscar.

—¿Alguien más quiere unirse? —preguntó Jony.

Pero, justo en ese momento llegó Sofía con el director del colegio y por fin puso fin a a aquel conflicto.

—Leticia, ¡gracias por defenderme! —dijo Óscar al mismo tiempo que se levantaban del suelo.

—No tienes porque darme las gracias. Eres muy buen chico y no te mereces que te hagan esto.

Y así proseguía el día a día en aquel colegio. Conflictos y más conflictos y todo por culpa de aquellos tres niños que eran incapaces de respetar a nadie y de cumplir con las normas del colegio.

Y por ello, porque eran incapaces de comportarse correctamente, fueron expulsados del colegio durante quince días. 

Quince días, en los que reinó la paz en el colegio Mar Azul. Los niños estaban alegres y felices y los Pensamientos habían crecido muchísimo en estos días.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

 

MI PRIMER MICRORELATO DE TERROR

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Iker estaba aterrorizado. Llevaba varias noches sin dormir bien por culpa de unos ruidos extraños en su habitación.

Aquella noche, volvió a suceder, la lámpara de su mesita de noche se encendía y apagaba, bajo su cama un fuerte ruido como si estuvieran cavando un agujero muy profundo y el armario... ¡ese era el mayor de los horrores! ¡Las puertas de éste se abrían y cerraban y hacia un olor asqueroso!
Iker, no podía hacer otra cosa que esconderse bajo las sábanas y esperar a que todo terminase.
Pero, aquella noche algo en su interior le dijo que debía actuar de forma diferente. Así que, salió de su escondite decidido a enfrentarse a sus miedos.
Miró debajo de su cama y allí no había nada, desenchufó la lámpara y finalmente, se acercó al armario que abría y cerraba sus puertas cada vez más rápido y con más fuerza. En una de esas que se abrían, Iker consiguió agarrarlas y mantenerlas abiertas. Lo que vieron sus ojos lo dejaron paralizado. Se trataba, de una gran montaña de cadáveres y a su lado un monstruo que los vigilaba. 

REFLEXIÓN SOBRE EL DIVORCIO

Dos personas que se quieren y son afines durante cinco, diez, quince o veinte años, o incluso más.
Dos personas, que se aman y se entregan el uno al otro dando todo lo mejor de si mismos.
Dos personas, que se cogen de la mano para compartir un mismo camino y construir una vida en común.

Pero, de pronto algo sucede y... ¡Todo termina! Se divorcian o se separan y entonces las cosas dejan de ser como antes, pueden ir relativamente bien o muy mal. 

Y por ello, es necesario hablar de dos tipos de separaciones o divorcios:

Por un lado, el divorcio amistoso donde existe un mutuo acuerdo y se da cuando ambas partes quieren romper su vínculo matrimonial. En este caso, normalmente todo suele ser más fluido y sin apenas percances, me refiero a discusiones y demás. Con lo que los hijos, en caso de que los haya, salen mejor parados en el sentido de que todo el proceso se lleva con más naturalidad y civismo y por tanto no tendrán que presenciar conflictos o discusiones fuertes entre sus padres. Por tanto, esos hijos tampoco se convertirán en una moneda de cambio al ser respetados por sus padres y por tanto, tampoco se convertirán en marionetas en manos de ninguno de los dos. Porque al haber una relación correcta entre ellos, su mayor prioridad será el bienestar de sus hijos que al final, es lo único que los mantendrá unidos.

Este tipo de separaciones, demuestra que las cosas pueden ir bien después de un divorcio y esto me parece esperanzador y todo un éxito, porque, el bien de los hijos es algo muy necesario. Y aunque siempre habrán diferencias entre esa pareja divorciada, tengo que felicitar a este tipo de personas por su saber estar, por su capacidad de moralidad y ética, por el respeto que demuestra ante su ex pareja e hijos... porque si algo me parece coherente, es respetar a la persona con la que se convivió tantísimos años y se amó probablemente más que nada en este mundo.

Por suerte o desgracia, este tipo de divorcios no es el más habitual. 

Existe otro que por desgracia, se da más a menudo. Os hablo de él a continuación.

Por otro lado, existe el divorcio contencioso que se da cuando el cónyuge solicita el divorcio sin consentimiento del otro. En este caso, ya se prevé que las cosas no serán fáciles porque probablemente exista una mala relación de pareja. Cosa que, lo dificultará todo y por tanto, los mayores perjudicados, como siempre serán los hijos, en caso de que hayan. Éstos, se acabarán convirtiendo en moneda de cambio para los padres, además de un foco de chantaje y tensiones. Porque en estos casos, muchos padres actúan sobre los hijos, sin respetarlos ni teniendo en cuenta su opinión o punto de vista ante ciertas situaciones o momentos. 
Lo único que harán, es manipularlos para malmeter y ponerlos en contra de su ex pareja.

Y esto, sinceramente es algo que siempre me ha entristecido mucho y me ha parecido mal. ¿Qué culpa tienen ellos de la separación de sus progenitores? NINGUNA.

Y así es, que a partir de situaciones como ésta se deshacen muchas familias y muchos de esos niños que han vivido una separación o divorcio contencioso en sus padres, se acaban convirtiendo en adultos con: problemas psicológicos, trastornos de personalidad, problemas de sociabilización, baja autoestima, etc. 

Porque así es, todo lo que unos padres aporten a sus hijos de pequeños, sea positivo o negativo, pasará factura más adelante influyendo en su vida adulta. Pero, este tema lo trataré otro día en otra reflexión.

Y así es, como un tema tan actual como el divorcio o separación de una pareja puede dar tanto de qué hablar.

Yo, sinceramente respeto muchísimo a las personas que deciden dar este paso y las felicito por ser tan valientes y capaces de cambiar su situación.

Porque, cuando una persona deja de ser feliz al lado de su pareja, no debe permanecer allí si ello le produce malestar o amargura. Porque, para ser un amargado/a en la vida y no dar calidad de vida a las personas que le rodean y le quieren, mejor tomar una decisión y volver a recuperar aquello que se tuvo un día, aquello llamado FELICIDAD y AMOR.

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Escrito por: Yolanda Martínez Duarte

RESEÑA CUENTO INFANTIL "ENSEÑAME A RESPIRAR CON COLORES" DE LETICIA PONS

 

FICHA TÉCNICA

Autor: Leticia Pons

Ilustradora: Ingrid Valls

Editorial: Editorial Gunis

Año de edición: 2021

Páginas: 40 páginas

Género literario: Cuento Infantil

Edad a la que va dirigido: 3-4 años

SINOPSIS

Nico aprende a calmarse de una forma muy divertida. Su madre le enseña a crear pequeñas historias pensando en cosas de un mismo color. Con ayuda de su imaginación y de la guía de su madre, Nico aprende a respirar profundamente y a calmar su corazón. ¿Qué color eliges tú?

VALORACIÓN LITERARIA

Se trata de un cuento que ayudará a los más pequeños de la casa a gestionar aquellas emociones "negativas" que aparecen en ciertos momentos. Hago referencia a: la frustración, el estrés, la rabia o el enfado.

Son emociones difíciles de controlar y los más pequeños deben ir aprendiendo a sobrellevarlas poco a poco. 

Este cuento, les dará nuevos recursos o ideas para aprender a relajar o suavizar esas emociones tan fuertes e intensas a través de: la respiración, los colores y la imaginación, creando historias muy curiosas y divertidas.

La autora, nos explica la historia desde un punto de vista externo, utilizando un narrador en tercera persona, y lo hace de una forma cercana y tierna. 

A lo largo de la obra, se puede apreciar que predominan los diálogos.

Por otro lado, en este cuento cobran protagonismo las ilustraciones. ¡Llenas de colorido y vida! Son ilustraciones muy logradas que transmiten muchísimo, llamando la atención de los más pequeños.

Al tratarse de un cuento infantil para niños de tres y cuatro años, la temática escogida por la autora es ideal. Sin embargo, hecho en falta un vocabulario y textos más sencillos. Porque, aunque la historia está muy bien explicada y redactada, pienso que puede resultar difícil de entender para niños de esta edad.

OPINIÓN PERSONAL

Hace muy poquito que conocí este cuento y tengo que decir, que lo primero que llamó mi atención de él fue el título y las ilustraciones. ¡Me enamoraron desde el minuto cero!

Después, lo leí y me gustó la forma en que la autora combinaba el tema de las emociones con los colores, algo que me hizo recordar otro cuento infantil "El monstruo de colores" en el que también se trata el tema de las emociones a través de los colores. La historia, por supuesto es totalmente diferente.

"Enséñame a respirar con colores" es un cuento que me ha transmitido: ternura, calma y satisfacción.

Ternura, por la delicadeza y el cariño con el que esa madre trata a su hijo. Calma, al tratarse de una historia muy estable y lineal. Y satisfacción, por tener un final feliz, ¡me encantan los finales felices! Y... ¡en los cuentos infantiles son fundamentales!

Y por último, me gustaría recomendar este libro a aquellos padres que tienen hijos pequeños, en edad de conocer y descubrir sus propias emociones, porque considero que es realmente importante que aprendan a gestionarlas desde bien pequeños.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

UNA CARTA DE AMOR (De CELIA para SERGIO)

¡Hola cariño! 

¿Cómo estás? Espero que muy bien. Yo aquí ando, acostumbrándome a estar sin ti. Jamás imaginé que me resultaría tan difícil.  No imaginas, cuánto te estoy echando de menos. 

Me siento muy sola en esta ciudad. Aquí, nadie se preocupa por nadie porque todos van demasiado ocupados con sus rutinas y obligaciones. ¡Es todo tan frío y solitario!

Sé, que si estuvieras conmigo, todo sería más fácil y a la vez, diferente. Porque, tú cariño, iluminas mis días llenándolos de alegría y felicidad. 

Uf... si supieras como anhelo tus besos y caricias, esas caricias que me erizan la piel por todo lo que llegan a transmitirme.
Como anhelo también esa pasión que nos envuelve en nuestros momentos más íntimos. ¡Esa pasión que sólo tú puedes darme!
Y anhelo, nuestros paseos cogidos de las manos, hablando sin parar y mirándonos enamorados como el primer día que nos conocimos, ¿lo recuerdas? ¡Cómo brillaban nuestras miradas! ¡Era la ilusión y el amor que sentíamos!

Cariño, contigo todo es especial.

Voy contando los días que me faltan para poder volver junto a ti. Y aunque sé que ya queda menos, parece que no llega nunca. ¡No imaginas lo largo que se me está haciendo!

Pero, me consuelo pensando en nuestro reencuentro, en ese abrazo infinito que nos daremos. Una vez más, harás que me sienta segura y protegida entre tus brazos. ¡Adoro tus abrazos! ¡Son mi lugar preferido! Porque ahí, es donde encuentro el calor de tu amor, ese amor que sientes por mi.

Y después del abrazo, llegará ese beso tierno y dulce. Ese beso, nos mostrará que a pesar de la distancia y del largo tiempo sin vernos, aquí seguimos TÚ y YO. Porque, cuando el amor es verdadero, nada ni nadie puede derribarlo. Y así, somos TÚ y YO cariño resistentes a todo. Porque... ¡Juntos formamos un gran equipo! 

Te deseo y te amo con todas mis fuerzas. 

Pronto, estaremos juntos y entonces, ¡será para siempre!

No más viajes, no más distancias... solos TÚ y YO en un mismo destino. ¡Nuestro destino!

Cuídate mucho cariño, ¡Te quiero muchísimo! 

Muchos besitos y... ¡Hasta muy pronto!

Se despide, 

Celia.

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Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.