LOS PENSAMIENTOS DE MAR AZUL (2ª PARTE)

Habían pasado ya los quince días de expulsión y Toni, Jony y Pedro volvieron al colegio.

Aparentemente, estaban más tranquilos y respetaban a sus compañeros. Pero, como era de esperar, esto no duró mucho tiempo y después del primer mes en el colegio empezaron de nuevo a meterse con los otros niños.

Esta vez, le tocó a Núria. Núria, era una niña pelirroja con muchas pecas en la cara. Estaban en clase de Ciencias Naturales cuando ocurrió. 

Núria se había levantado a resolver el ejercicio que había propuesto el profesor en la pizarra. En ese momento, Jony muy discretamente se levantó simulando que iba a la papelera a hacer punta a su lápiz y aprovechó para enganchar chicles en la silla de la niña. Así, cuando Núria volvió a sentarse en su sitio, se le quedaron todos pegados en el pantalón que llevaba puesto y empezó a llorar.

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Fue entonces, cuando los Pensamientos se iluminaron de nuevo. 

En ese momento, Leticia cogió su planta y salió corriendo en dirección al lavabo y allí, se escondió, abrazó a su planta y como si ésta pudiera contestarle, le preguntó:

—¿Qué te pasa? Siempre que sucede algo malo, tú y el resto de Pensamientos os ilumináis.

—Pedimos ayuda —contestó una voz muy suave.

—¿Cómo? ¿Hablas?

—Sí. Pero, no se lo digas a nadie te tomarán por loca. Las únicas que podéis ver nuestra luz y escucharnos sois Sofía y tú.

—¿Porque?

—Porque sois las elegidas para esta misión. ¡Necesitamos que nos ayudéis a proteger a los niños de este colegio! ¡Debemos acabar con todos esos conflictos!

—De acuerdo, ¡lo haremos!

Luego, la planta dejó de brillar con lo que Leticia supuso que el conflicto en clase había terminado. Así que, volvió a la clase.

Al entrar, el profesor la miró extrañado sin entender muy bien que hacía. Leticia para disimular dijo:

—He ido a regarla, estaba muy seca y necesitaba agua.

Después de dejarla en su sitio junto a las demás plantas, volvió a su silla y en voz baja le explicó lo sucedido a Sofía. Ésta no daba crédito a lo que escuchaba, pero le encantó la idea de ayudar a las flores a vencer a aquellos tres personajes.

Dos semanas después de lo sucedido con Núria, volvió a suceder algo con David. David, era "el niño gordo" de la clase, como solían llamarlo Toni, Jony y Pedro.

Estaban en el recreo almorzando cuando se acercaron Toni y sus amigos a David y le quitaron su bocadillo, tirándolo al suelo y pisoteándolo hasta dejarlo totalmente destrozado.

David, intentó evitarlo y se defendió como pudo, pero entonces le empezaron a pegar. Los profesores enseguida acudieron.

—¡Basta ya! ¡Toni, Jony y Pedro al despacho del director!

Sofía mientras tanto, cogió a su amiga de la mano, la miró y le dijo:

—¡Ha llegado nuestro momento!

Leticia asintió con la cabeza.

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.