viernes, 27 de mayo de 2022

LINA (2ª parte - Relato Infantil - Juvenil)

Y cuando todo estaba en silencio. De pronto, la luz de su habitación se apagó y en la ventana se iluminó una pequeña luz, como si se tratase de una luciérnaga.

Lina, miró y entonces descubrió que allí estaba de nuevo. ¡Se trataba de Litzy!

La niña se acercó muy lentamente hasta que llegó a él. Entonces, abrió la ventana con mucho cuidado y le ofreció su mano para que se subiera en ella y pudiera entrar a la habitación. Litzy, la miró con muchísima atención y luego sonrió y subió a su mano.

—¡Bienvenida a casa! —exclamó Lina.

Litzy hizo una risita muy divertida y bailó sobre su mano.

—Así, damos la bienvenida nosotros —dijo la duendecilla.

—¡Me gusta! —contestó la niña.

—¿No te sorprende que sepa hablar? —Lina negó con la cabeza —. ¡Qué bieeeen!

—Mi papá te conoce y me explicó que llevas muchos años visitando a mi familia.

—Sí —contestó Litzy con su sonrisa. Era increíble, ¡nunca dejaba de sonreír!

—También, me explicó que siempre escogías a los niños en lugar de las niñas —se sentó en su cama y cogió un cojín para que Litzy se sentara en él —. ¿Por qué me has elegido a mi? Yo, no soy un niño.

La duendecilla, volvió a hacer aquella risita tan curiosa y después dijo:

—Porque eres especial y necesitas mi luz.

—Pero... — Litzy la interrumpió. Puso sus diminutos dedos sobre su boca y siguió diciendo —.  ¡He visto lo mal que se portan los niños y niñas contigo en el colegio! 

—Sí... —susurró la niña.

—No lo entiendo. Eres muy buena con ellos, les ayudas con los deberes, compartes tus chucherías con ellos, les dejas tus colores preferidos... y aún así, ellos te tratan mal.


Imagen de Google

Lina , bajó la mirada hacia el suelo y se puso triste. Litzy, se acercó a ella, subió a su hombro y la besó en la cara.

—Ay, ¡me has haces cosquillas! —dijo la niña mientras se reía a carcajadas.

Y entonces, Litzy le dio un beso, y otro, otro, otro... y así, Lina no pudo parar de reír en mucho rato.

Desde aquel momento, se volvieron inseparables. 

Litzy, la acompañaba a todos los sitios: al colegio, al parque, a ver a sus familiares, a las excursiones del colegio, al médico... ¡la cuidaba y la protegía cuando las cosas se ponían difíciles!

Una noche, mientras Lina ya dormía. Sus padres estaban en la cama leyendo antes de irse a dormir. ¡Siempre lo hacían, les ayudaba a dormir mejor!

—Estoy preocupada cariño —comentó la mamá de Lina.

—¿Porqué? 

—Últimamente Lina está muy rara... ¿te has dado cuenta de que a veces habla sola? —su marido sonrió divertido —. No te rías, esto va en serio... 

—Lo sé. Yo creo que no deberías darle importancia —intentó quitar importancia su marido.

—Pues yo creo que sí debo dársela... —insistió ella.

—Seguramente, sean cosas de adolescente —dijo él.

La mujer lo miró con desgana y dijo:

—Da igual, no lo entenderás... 

—¡Te sorprenderías! ¡Puedo entenderlo más de lo que piensas! —exclamó con tranquilidad.

Ella lo miró intrigada, sin entender nada de lo que estaba ocurriendo.

—¿Te ha contado algo? ¿Le ha sucedido algo en el colegio? —preguntó ella.

—Estate tranquila, todo va bien —contestó él mientras seguía leyendo.

Ella, se rindió. Cerró su libro y decidió ponerse a dormir para no pensar más en aquel tema que tanto la preocupaba. 

Pero, a media noche, se despertó sobresaltada por unos ruidos que venían de la cocina. No se lo pensó dos veces, se puso las zapatillas y fue hacia allí. Se quedó paralizada al ver...

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte

2 comentarios:

  1. Deseando saber cómo sigue.... Todos tus escritos són mágicos!! 🥰💜

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    1. Aix🥰 me vas a emocionar!!! Muuchísimas gracias por leerme y darme tu opinión😉 muchos besos😘😘

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