miércoles, 9 de marzo de 2022

MANUELA (EL FINAL)

Una vez todos listos, permanecieron en el salón-comedor esperando la llegada de los invitados.

Cuando éstos llegaron, hicieron las correspondientes presentaciones. Manuela, se quedó helada al ver a Miguel, pues era... ¡era el mismo chico que aparecía en sus sueños con un látigo en la mano! Sin embargo, allí en su salón y junto a sus padres, se veía tan angelical.

Durante la comida, el joven se esforzó en entablar conversación con Manuela pero ella se mostraba reservada. Pues, Miguel no le inspiraba confianza alguna.

Al terminar de comer, Manuela decidió retirarse a su habitación con la  excusa de que no se encontraba demasiado bien. Y allí, una vez más, desahogó sus lágrimas con la almohada.

Pasaron muchos días desde aquella comida. Días en los que la tristeza se había convertido en la fiel compañera de Manuela. El único lugar donde realmente se sentía feliz era durante las clases de arte con Jorge.

Él, le transmitía muchísimo más de lo que ella jamás hubiera imaginado, la respetaba y valoraba y sabía perfectamente como comprenderla sin necesidad de mediar palabra alguna. ¡Era como si se conociesen de mucho tiempo!

Rocío, admiraba la relación tan bonita y sana que tenían y se había empeñado en hacer de celestina y convencer a su amiga de que lo invitara a ir al cine juntos o hacer un café.

Pero, Manuela era realista y sabía que eso nunca sería posible pues sus padres no lo permitirían. Y además, aunque quisiese hacerlo a escondidas de ellos, no tenía el tiempo ni la libertad para hacerlo. Pues, desde que ella y Miguel se habían prometido, sus padres aún la tenían más controlada para que no cometiese ninguna barbaridad y mantuviera su virginidad hasta el matrimonio.

El tiempo pasaba demasiado deprisa y tan sólo faltaba un mes para terminar las clases y por tanto, Manuela tendría que casarse con Miguel. Al que detestaba cada vez más. Sus padres, se empeñaban en reunirlos cada fin de semana para que se fueran conociendo y la relación se fuera forjando. Sin embargo, Manuela sentía que se consumía a su lado.

—¡Eres muy fría querida! —le dijo Miguel en una ocasión que intentó besarla y ella lo evitó.

Ella, lo ignoró y permaneció en silencio.

Pero, un día cuando ya  daba por perdida su situación, la vida la sorprendió y entonces, nació en ella de nuevo una pequeña esperanza por cambiar su situación. ¿Qué pasó?

Fue aquella tarde, después de su clase de arte. Todos sus compañeros, incluida Rocío, se habían ido. Pero, Manuela se quedó un momento porque Jorge quería explicarle algo.

—Manuela, tengo que decirte algo muy importante —ella asintió con la cabeza —. Al terminar este curso, me iré a vivir a Londres.

—¿A Londres? 

—Sí, me ha salido una nueva oportunidad allí como profesor de arte y además, me dejarán una galería para exponer mis cuadros y los de mis alumnos —sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho —. ¿No te parece algo maravilloso?

—¡Claro! —contestó ella intentando disimular la tristeza que aquella noticia le producía.

Y justo en ese momento, sintió una punzada en el pecho al descubrir que Jorge, al que consideraba su principal pilar y apoyo, se iría muy lejos dejándola de nuevo allí sola con su triste y vacía vida. Pues, ¡él era su luz y su esperanza!

Pero, no podía obligarlo a quedarse y prefirió guardarse muy adentro sus sentimientos y opinión y apoyarlo con todas sus fuerzas en algo que a él tanta ilusión hacía.

—¡Quiero que te vengas conmigo! —le propuso él.

—¿Cómo?

—Lo que oyes, tienes mucho talento y me gustaría compartirlo en mi galería.

—Pero... sabes que eso no es posible. Mis padres...

—Al cuerno con tus padres —la interrumpió él —. ¡Estás siendo una hija maravillosa y ellos no son capaces de valorarlo! Mereces tener: libertad, respeto, amor... y ellos, no te lo están dando ni te lo darán nunca, seamos realistas. ¡Mereces algo mejor!

Ella, permaneció en silencio. Fue entonces, cuando Jorge la cogió de las manos, la miró a los ojos y le dijo:

—Ha llegado el momento de ser tu misma.

Ella, sonrió.


Imagen de Google

Aquella misma noche, después de cenar, se fue a su habitación como de costumbre y se tumbó en la cama y pensó en la propuesta que le había hecho Jorge.

¿Una vida con un hombre que detestas? o ¿una vida haciendo lo que más te gusta, pintar? 

Pensó.

Cerró los ojos e imaginó ambas vidas y entonces comprendió que debía ser valiente y apostar por una nueva vida en Londres.

Durante los días siguientes, con muchísima discreción, preparó una pequeña bolsa con su equipaje.
Pero, ¿Cómo haría para sacar el equipaje de casa sin que nadie la viera? ¡Rocío la ayudaría!

Lo tenían todo pensado, el último día de clase por la noche Manuela lanzaría el equipaje por la ventana de su habitación y éste caería a unos arbustos que habían en su jardín, quedando así camuflado.
Rocío, aparecería a la mañana siguiente muy temprano vestida de sport argumentando que salía a correr para ponerse en forma. Entonces, cogería el equipaje y se lo llevaría a Jorge que estaría  esperándola junto a su coche delante de la Escuela de arte.
Después de comer, los padres de Manuela irían a visitar a uno de sus amigos ricachones al Hospital dejando a Manuela sola en casa. Ahí, es donde ella aprovecharía para reencontrarse con Jorge en la Escuela de arte y juntos, se irían al aeropuerto para coger el avión que los llevaría a su nuevo destino, ¡Londres!

Imagen de Google

Los días pasaron lentamente para Manuela que ansiaba la llegada del último día de clase. Finalmente,  ¡ese día llegó!

Aquel 31 de junio, marcaría en Manuela un antes y un después. Por la noche, antes de dormirse, su madre la visitó, la besó en la frente y le dijo:

—Mi princesa, ahora que ya has terminado el curso, ha llegado el momento de emprender una nueva vida y en dos días estarás felizmente casada.

—Eso de felizmente... —insinuó la joven.

—Ay hija, ¿ya vamos a empezar?

Manuela, permaneció en silencio. 

Y ya cuando todos dormían y el silencio se había apoderado de la casa, Manuela cogió su equipaje y lo dejó caer por la ventana. ¡Del resto se encargarían Rocío y Jorge!

Al día siguiente, todo procedió según lo acordado y después de comer, sus padres se fueron al Hospital.

La joven, nerviosa pero al mismo tiempo feliz, salió de su casa decidida y con una sensación de satisfacción maravillosa. ¡Por una vez en la vida estaba haciendo lo que deseaba de verdad!

Al llegar a la Escuela de Arte, Jorge la esperaba sonriente y le abrió la puerta del coche invitándola a subir en él. Y justo cuando estaba subiendo...

—¡Espera Manuela!

Llegó corriendo y exhausta su amiga Rocío, la abrazó con todas sus fuerzas y le dijo:

—¡Te deseo muchísima suerte en tu nueva vida! ¡Estoy muy orgullosa de ti! —decía con la voz temblorosa intentando contener sus ganas de llorar. Pero, al final se emocionó —. Y, prometo sacar esa valentía que has tenido tú para poder viajar a Londres y visitarte.

Manuela se emocionó muchísimo, por un  lado estaba deseando salir corriendo hacia su nueva vida por otro sin embargo, le costaba irse y dejar a su amiga atrás. Pero, sabía que debía dar aquel paso por su propio bien.

—¡Cuídate mucho Rocío! ¡Y no olvides que siempre me tendrás a tu lado pase lo que pase!

Rocío, con el rostro inundado de lágrimas, asintió con la cabeza.

Después, Jorge y Manuela se subieron en el coche y se alejaron. Rocío, se quedó allí de pie hasta que el coche desapareció y agradeció a la vida por darle una nueva oportunidad a su amiga para ser feliz.

Ya en el avión, la joven no podía dejar de mirar a través de la ventana, estar tan cerca de las nubes le parecía una experiencia increíble. Fue entonces, cuando suspiró profundamente, sonrió y susurró:

—¡Soy libre!

Jorge, la miró, la cogió de la mano y le dijo:

—¡Lo eres querida!

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

 

2 comentarios:

  1. Ohhhhhhhh impresionante, logro su objetivo ...la felicidad por encima de los intereses ....enhorabuena me hs encantado ...se me han puesto los vellos de punta

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  2. Qué emoción en todo momento mientras leía el final de Manuela. Olé por ella que al final tiene el valor de luchar por su libertad. Sin duda, una mujer valiente!! Lo que pueden llegar a conseguir unos padres que imponen y no saben escuchar, que su hija se aleje y se distancie por completo. Me ha encantado, enhorabuena por el don que tienes para escribir 😊

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