lunes, 15 de noviembre de 2021

ANÉCDOTAS DE LA VIDA

Hoy, me he propuesto escribir algo diferente. Me apetecía explicaros unas de esas anécdotas curiosas que nos pasan a veces en la vida y aquí está. ¡Espero que os guste y os haga reír un rato!

YO Y MI ESPONTANEIDAD

Quienes somos espontáneos, a menudo metemos la pata y vivimos situaciones bochornosas.

¿Os ha pasado alguna vez que habéis dicho algo sin pensar en la situación o momento menos apropiado?

A mi sí y muchas veces. Pero hoy os hablaré de una situación que recuerdo perfectamente y que a primera vista os hará reír pero luego, en frío pensaréis "Uff, ¡qué mal!"

Era un día que estaba en el tanatorio porque un familiar había fallecido, se trataba de una persona mayor. 
Normalmente, en estas situaciones son protagonistas: la tristeza y la seriedad. Pero siempre hay un pequeño paréntesis para algún momento de alegría y risas recordando cosas buenas y anécdotas del difunto, ¿verdad?

Pues eso ocurrió, apareció uno de esos momentos de risas y bromas. Uno de mis familiares, me dijo algo para que diera mi opinión ante algo en concreto que podía ser "peliagudo" o delicado decir y yo para salirme de la situación y no tener que mojarme dando respuesta alguna, dije espontáneamente y sin pensarlo demasiado:

—Ya me has pasado el muerto a mi, ¿no?

Todos se quedaron en silencio y me miraron. Primero, pensé "¿qué ha pasado?" sin ser consciente de que mi comentario era totalmente incompatible con la situación en la que nos encontrábamos. Entonces, ¡me di cuenta! Y dije un:

—¡Lo siento! Lo he dicho espontáneamente sin pensar que...

Me puse roja como un tomate y luego todos se echaron a reír.

Pensé:

"Bueno al menos mi metedura de pata ha hecho reír a las personas en un momento tan difícil como éste"

Pero aún así, no podéis llegar a imaginar lo mal que me sentí por meter la pata de esa manera.

Y aunque, cada día me propongo: no ser tan espontanea, tan natural y pensar las cosas antes de decirlas. ¡Es inevitable!

Porque, cuando uno es de una condición eso no se puede cambiar y en parte, me alegro de que así sea porque entonces, ya no seríamos nosotros mismos, ¿verdad?
Perderíamos nuestra esencia, aquella que nos hace diferentes los unos de los otros.

Cuéntame, ¿tu también has vivido situaciones bochornosas como la mía?

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.


6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si si🤣🤣 ahora lo recuerdo y me rio pero en aquel momento fue un tierra trágame😅 ¡un abrazo!

      Eliminar
  2. Jajaja me he descojonado con ese comentario que te metio en un pequeño aprieto, pero está muy bien porque sabes sacar la parte positiva del momento, en un momento delicado conseguiste dibujar una sonrisa en los rostros de los familiares que estaban contigo. Uy seguro que he metido la pata más de una vez, pero ahora mismo el que tengo más presente es cuando vas caminando por la calle y saludas toda espontánea y efusiva a alguien que va a lo lejos y que te parece una persona que conoces, cuando acaba pasando por tu lado piensas "tierra trágame que no es quien creía que era", acaba siendo un desconocido que confundo por un conocido jajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario y por compartir tu anécdota de vida!😊👏👏 es cierto, se pasa mal cuando saludas a alguien pensando que es un conocido y luego resulta que no. En ese momento, no sabes ni donde meterte jejeje. ¡Un abrazo!

      Eliminar

LUKA, CARLOTA Y UN PROYECTO DE VIDA EN COMÚN (micro relato)

Imagen de Google Tras una semana ajetreadísima, Luka y Carlota consiguieron hacer un hueco para tomar un café juntos. El reencuentro fue de ...