En la vida,
hay dos tipos de personas: esas personas tóxicas que restan en tu vida y no te
aportan nada y esas otras personas que te acarician el alma y te enriquecen la
vida.
Hoy os
hablaré de esas personas que suman en tu vida, que aportan y que te ayudan a
crecer como persona.
¿Alguna vez
te ha pasado que en tu camino por la vida apareció una persona así? Estoy
segura de que sí, todos tarde o temprano topamos con este tipo de personas y
¡qué gran experiencia! ¿Verdad?
A lo largo
de mi vida, he tenido la suerte de conocer muchas personas que suman y aportan.
Estas personas son: optimistas, sencillas, positivas… son personas que actúan
con el corazón siempre dispuestas a ofrecerte lo mejor y a ayudarte si lo
necesitas. Ellas lo dan todo a cambio de nada. Son personas que suman en tu
vida y te hacen crecer como persona, dándote buenos consejos.
Pueden ser
más jóvenes o menos, niños o adultos, este tipo de personas no tiene edad. Es
su esencia y nacen con ello.
Cuando
conoces a este tipo de personas, sientes que las conoces desde siempre, no
busques explicación ni lógica sólo disfruta de esa compañía y experiencia.
Con estas
personas, puedes estar tranquilo/a y ser tú mismo al cien por cien sin miedos a
que te juzguen, te critiquen o te traicionen. Porque sin duda, ese no es su
estilo de vida.
Son sinceras
y cualquier problema que tengan contigo lo solucionarán contigo directamente,
sin intermediarios, porque así son ellos “van de frente” como suelo decir yo.
Y aunque a
veces la sinceridad puede doler o molestar, yo personalmente lo prefiero. Todo
aquel que haya vivido una traición, sabrá entenderme estoy segura.
Es tal la
conexión con estas personas, que muchas veces sin necesidad de hablar os
entenderéis perfectamente y sabréis si la otra persona está bien o no, ¡con tan
sólo una mirada lo descubrirás!
Es curioso,
¿verdad?
Es una
sensación increíble, hay que vivirlo para entenderlo.
Estas
personas pueden ser personas que forman parte de tu vida o entorno como: una
madre, un padre, una abuela o un abuelo, una amiga o un amigo, un hermano o una
hermana, la pareja, compañeros de trabajo, etc.
O bien,
pueden ser personas desconocidas que acabas conociendo por circunstancias de la
vida.
Sea como
sea, ¡es una experiencia única que toda persona debería vivir!
Además, son
personas capaces de equilibrarte en momentos de tensión y con sus consejos te
orientan hacia donde ir en esos momentos de duda, desconcierto, etc. ¡Todos
alguna vez nos hemos sentido perdidos y hemos necesitado que alguien vuelva a
meternos en el camino, ¿verdad? Y el que diga que no, es mentira. Porque al
final llego a la conclusión, de que todo ser humano acabamos pasando por las
mismas experiencias en esta vida y sino son las mismas son muy semejantes,
porque al final te das cuenta que aquí estamos todos para aprender.
Y eso no es
malo, lo malo sería no tener a esa persona o esas personas para guiarte y apoyarte.
¿Te imaginas
pasar los momentos más difíciles de tu vida solo? ¡Que triste!
Pero de la
soledad hablaremos en otro momento.
Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.
Muy buena reflexión. Sí és cierto que cuando conoces/conectas con personas así te ayudan a crecer como persona, y és como una cadena ya que tu puedes ayudar a otras casi són darte cuenta, por lo que yo añadiría a tu escrito que todos aprendemos de todos y a la vez enseñamos a todos, por que aunque no queramos somos ejemplo y espejo con nuestra vida, experiència, nuestras palabras y evidentemente nuestros hechos. Un abrazote preciosa! 💜😘
ResponderEliminar¡Hola Rosa! Muchísimas gracias por tu comentario y aportación, es cierto ese aspecto es muy importante hubiera estado bien incluirlo en mi reflexión porque muchas veces sin darnos cuenta aprendemos de los demás al mismo tiempo que enseñamos... no somos conscientes de ello, pero.. ¡es verdad! Pensamos que estamos en esta vida de paso, sólo para aprender y no nos damos cuenta que también podemos enseñar. ¡Muy sabias tus palabras! un besazo enorme.
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