No soportaba
mirarse al espejo. Cada vez estaba más desmejorada y demacrada, había perdido
mucho peso y su piel estaba cada vez más pálida. ¿Y esas ojeras? ¡Qué horror! Esa
mujer que se reflejaba allí no era ella.
Un día, decidió quitar todos los espejos que tenía en casa, pensó que sería la
mejor opción para no deprimirse todavía más.
Llevaba ya muchas
sesiones de quimioterapia, los resultados de las analíticas eran optimistas.
—Rosalía, ¡lo
estás haciendo muy bien! Tengo buenas noticias, en esta última analítica que
hicimos, parece que los niveles tumorales se han reducido. Eso es señal de que
la quimioterapia está funcionando —le decía el Doctor en la última visita.
—¡Me alegro! —dijo
Rosalía.
—Te recetaré unos
complementos vitamínicos. ¡Necesitas recuperar fuerzas! —decía el Doctor
mientras preparaba la receta médica.
Al despedirse,
como siempre, el Doctor dio un abrazo a Rosalía y la animó a seguir luchando,
iba por buen camino.
Cuando salió del
Hospital, Rosalía fue a unos jardines que habían allí cerca, iba a menudo después
de sus sesiones de quimioterapia, se sentó en un banco y respiró profundo
aliviada.
“Soy afortunada
por estar viva y por tener este Doctor, ¡qué gran persona es!” pensó.
El Doctor
Ballesteros, no sólo era un gran profesional sino que también era una bellísima
persona. Se implicaba al máximo con sus pacientes y los trataba con respeto y
cariño, cosa que hacía que el proceso fuera menos duro.
—¡Rosalía,
disculpa llego tardísimo! ¡Quería acompañarte pero nos falta una profesora en
la Escuela y vamos a tope! ¡Ya te imaginas! —dijo Sofía interrumpiendo ese
momento de reflexión personal de Rosalía.
—Tranquila, no te
preocupes. El Doctor me ha dicho que parece que la quimio está dando buenos
resultados y mis niveles tumorales están bajando —le explicó Rosalía feliz.
—¡Qué bien, como
me alegro! Te lo mereces, por todo lo que estás luchando mi guerrera —le dijo
con cariño Sofía.
Eran más los días en
que Rosalía se encontraba mal y débil, que los días que se encontraba bien. Por
ello, había decidido coger la baja y dejar de trabajar al menos hasta que
recuperase sus fuerzas y se encontrase mejor.
Aún así, en esos
días en que se encontraba bien, visitaba la Escuela de Danza y así veía a sus
compañeros y sus alumnos. ¡La llenaban de vida! Pues echaba mucho de menos su
vida de antes… pero debía seguir siendo fuerte y luchar, ahora más que nunca
después de que el Doctor le diera tan buenas noticias.
Y con el paso de
los meses…
Cuando todo parecía
estabilizarse y arreglarse, y Rosalía había recuperado la esperanza por salir
de aquella pesadilla llamada Leucemia.
¡Infecciones!
Resultó que a
Rosalía se le había infectado la herida dónde estaba el catéter puesto, por
ello tenía fiebre.
En cuanto ingresó
y los médicos descubrieron el origen de su fiebre, quitaron el catéter y se lo
pusieron al otro lado del tórax. La mitad del problema estaba solucionado,
ahora sólo faltaba lo más importante, vencer a la infección y conseguir que
bajase la fiebre.
Sofía pasaba todo
el tiempo que podía con ella en el Hospital, ¡no podía dejarla sola!
—¿Cómo evoluciona
Doctor? —le preguntó un día Sofía.
—De momento, no
hay evolución Sofía. No acabamos de estabilizar la fiebre, siguen habiendo
picos y ella está muy débil. No sé si podrá aguantar mucho tiempo más, la
verdad —contestó triste el Doctor.
Él también estaba
muy pendiente de Rosalía, incluso a veces cuando terminaba su turno de trabajo
y veía que Rosalía estaba sola, se sentaba en la butaca que había al lado de su
cama y le leía un libro o le explicaba anécdotas de su día a día. La mayor
parte del tiempo ella estaba dormida pero él sabía que de todos modos lo
escuchaba. ¿Y porque le dedicaba tanto tiempo? Era una paciente más…
Pero él sabía que no era así. Llevaba mucho tiempo tratándola y era la paciente más joven que había tenido hasta ahora. ¡Le tenía mucho aprecio y le dolía verla pasar por todo aquello! ¡No se lo merecía!
Escrito por: Yolanda Martínez Duarte
Ufff me sigue poniendo la piel de gallina esta historia. Al leer este tercer capítulo se me ha hecho muy ameno, que rápido se me ha pasado su lectura. Con ganas de más!! Que enganchada me tienen los relatos de Rosalía 😁😁
ResponderEliminar¡Hola Verónica! Muchísimas gracias una vez más por darme tu opinión😊 no imagináis la ilusión que me hace leeros, aprendo de vuestros comentarios y opiniones😉
EliminarMe alegro que una vez más este tercer relato de la historia de Rosalía haya consefuido conquistarte y engancharte hasta tal punto de querer más😊 en breve publicaré la última parte de la Historia y por tanto el final, seguro que será mucho más extenso que éste😉 un abrazo fuerte guapísima😘😘
Que ganas de leer ese próximo capítulo, que penilla me da pensar que ya es el último!! 😭 se le coge cariño a la protagonista de esta historia, Rosalía.
Eliminar¡Cierto! Le hemos cogido mucho cariño a Rosalía, yo como su creadora también la verdad... ¡no imaginas como me costó poner fin a esta historia! Y en parte era porque no queria despedirme de esta protagonista por el cariño que le he cogido🤭 pero todo tiene su fín y eso no podemos evitarlo. ¡un abrazo!
EliminarConpungida me ha tenido, leyendo párrafo a párrafo y deseando saber lo que iba sucediendo, me iba empapando de todo y deseaba más. Esté relato me tiene con el corazón en un puño, es maravilloso de verdad
ResponderEliminar¡Hola! Me alegro que este relato te haya gustado mucho😊 la verdad es que Rosalía nos está conquistando a todos/as, ¡hasta yo estoy enamorada de ella! De lo guerrera que es y buena persona. Gracias por darme tu opinión y leerme, ¡me hace mucha ilusión conocer vuestra opinión y aportaciones!😊 en breve tendréis el final de la historia😉 ¡un abrazo muy fuerte!
EliminarUfff cada párrafo es una sorpresa , deseando ya el.proximo capitulo ...k incertidumbre 😕
ResponderEliminar¡Hola Marideerre! Muchísimas gracias una vez más por leerme y darme tu opinión. ¡No imagináis la ilusión que me hace! Estoy segura que el siguiente relato de Rosalía también te gustará, ya estoy empezando a crear el borrador y será un relato muy especial. ¡Un abrazo muy fuerte!
EliminarEngancha al relato desde el iniciï. Tienes un don, sigue así. Me tienes intrigada de la evolució de la historia e impaciente del próximo capítulo 😊😘
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Rosa por tus palabras! Me alegra mucho saber que Rosalía te tiene tan cautivada como me tiene a mí. Es increíble como podemos llegar a coger cariño a los protagonistas de un relato o novela, ¿verdad? Rosalía sin duda, ha resultado ser una protagonista y un personaje muy especial. Ahora mi mente empieza a preparar el borrador del que será el último relato de Rosalía ¡Espero que te guste! Un abrazo fuerte.
Eliminar¡Muchísimas gracias por darme tu opinión! Me alegra saber que Rosalía te ha llegado a lo más profundo... desde que hice este relato, sin querer, todos somos un poquito Rosalía, ¿verdad? Le hemos cogido mucho cariño❤
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