domingo, 13 de junio de 2021

CUENTO INFANTIL PARA APRENDER: APRENDE CON PEPO EN LA GRANJA

 

Pepo tiene seis años y es un niño con mucha suerte porque vive en una Granja, con sus padres, rodeados de muchos animales.

Cada tarde cuando vuelve del colegio, Pepo ayuda a sus padres en la Granja: da de comer a los conejos, los gallos y las gallinas, recoge los huevos que ponen, da el biberón a las cabras bebés, prepara la hierba para las ovejas, etc.

Pepo sabe mucho sobre los animales de la Granja y le gusta mucho explicarlo a sus amigos en el colegio.

Un día en el colegio, estaban todos sentados en el suelo en círculo, era el momento del día en que cada niño compartía alguna anécdota o experiencia con sus compañeros.

—Yo vivo en una Granja, donde tengo muchos animales y ayudo a papá y mamá a cuidar de ellos —explicaba Pepo.

—¡Podríamos ir un día de excursión a tu Granja Pepo! —dijo Leo.

—¡Siiiií! —contestaron todos los compañeros.

—A mi me parece muy buena idea también Leo. ¿Qué te parece a ti Pepo? —dijo Marisol, la profesora.

—¡Me parece genial! —dijo Pepo muy contento.

Esa misma noche, mientras cenaban, Pepo explicaba a sus padres como le había ido hoy en el colegio:

—Hoy en el colegio les estuve explicando a mis compañeros cositas sobre nuestra Granja y los animales que tenemos. ¿Y sabéis qué papá y mamá?

—¿Qué? —preguntaron ellos.

—Que todos quieren conocer nuestra Granja y venir un día de excursión. ¡Hasta a Marisol le ha parecido buena idea! —dijo entusiasmado Pepo.

—Sí es una buena idea sí. ¡Podéis venir cuando queráis! —dijo su madre.

Y con el paso de los días…

El colegio quedaba cerca de casa de Pepo, así que Marisol y los/as niños/as fueron caminando a la Granja.
Allí, en la entrada de la Granja, los esperaban los padres de Pepo:

—¡Bienvenidos a nuestra Granja! Yo soy María y él Lucas, somos los padres de Pepo.

—¡Hola! —contestaron todos contentos, tenían muchas ganas de conocer a los animales.

Empezaron viendo la vaca:

—Esta es nuestra vaca, se llama Lola y le gusta mucho comer hierba. ¿Y sabéis qué? Nos da leche, mmm… que está riquísima ¿queréis probarla? —dijo María.

—Siiií —Dijeron todos.


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Y entonces Lucas sacó vasos para todos y con la ayuda de los niños ordeñaron la vaca y así descubrieron cómo la vaca nos daba leche.

—Recordad niños, ¿Qué alimentos podemos hacer con la leche? —preguntó Marisol.

—Yogures —contestó Leo.

—Queso —contestó Laia.

—Mantequilla —contestó Josué.

—¡Muy bien! —dijo Marisol.

—¡Ahora os enseñaremos los conejos! A los conejos les gusta mucho comer zanahorias y lechuga. Sus dientes y sus uñas nunca dejan de crecer, papá es el que se encarga de cortarles las uñas con mucho cuidado y los dientes se van limando cuando comen. Los conejos son muy cariñosos, les gusta mucho que los cojamos en brazos y los abracemos —explicó Pepo mientras repartía zanahorias a sus compañeros para que les dieran de comer.


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Disfrutaron mucho dándoles de comer, incluso pudieron jugar con ellos, abrazarlos y mimarlos. Los conejos eran como pequeños peluches, muy suaves.

—Ahora vamos a ver el cerdo, pero lo veremos mejor desde fuera porque es un poquito gruñón y no le gustan mucho las visitas —dijo Lucas.

—¿Qué sabemos de los cerdos? —preguntó Marisol.

—El cerdo es omnívoro porque puede comer de todo: semillas, fruta, pan, lechuga… pueden andar y correr y disfrutan jugando en el barro —explicaba Leo.

—Sí, cuando tienen calor se bañan en el barro para estar fresquitos y además también les va bien para protegerse de las picaduras de los mosquitos y otros insectos —añadió Laia.

—¿Y qué nos da el cerdo? —preguntó Marisol.

—Nos da: la carne, el jamón y los embutidos —contestó Pepo.

—¡Muy bien! —dijo Marisol.


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Y después de ponerle de comer manzanas y lechuga al cerdito, se fueron a ver a: los gallos, las gallinas y los pollitos.

—¡Oh, qué pollitos más bonitos! —dijo Laia.

—Sí, nacieron hace una semana —comentó María mientras repartía granos de maíz a los niños para que dieran de comer a los gallos, gallinas y pollitos.

—Las gallinas nos dan huevos y también carne. Les gusta vivir en el corral. Como podéis ver los gallos y las gallinas son diferentes: los gallos son más grandes y las gallinas más pequeñas, los gallos cantan haciendo “kikirikiii” y las gallinas en cambio cacarean haciendo “co, co, co, co”. La cresta de las gallinas es más pequeña mientras que el gallo tiene una cresta muy grande. Además, como podéis ver las plumas de los gallos tienen un color más llamativo y brillante —explicaba Lucas.


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—¡Vamos a ver las cabras! Tenemos muchas cabritas bebés y podremos darles leche con un biberón —dijo entusiasmado Pepo, que desde que habían nacido las cabritas estaba muy pendiente de ellas todo el tiempo para que crecieran sanas y fuertes.

—Como podéis ver en las cabras adultas, son un animal fuerte, tienen las patas cortas y finitas y acaban en pezuñas, en lugar de dedos como nosotros los humanos —explicó Lucas.

—¡Son herbívoras porque comen mucha hierba y plantas! —dijo Leo.

—Cierto —dijo María.

—¿Sabíais que las cabras tienen miedo de los ruidos fuertes? Es por eso que lo pasan muy mal cuando llueve y hace tormenta —explicó Lucas.

—Pobrecitas, a mí también me da miedo la tormenta —dijo Laia.

—¿Os acordáis de lo que nos da la cabra? —preguntó Marisol.

—¡Leche como la vaca! —dijeron todos los niños.

Pusieron de comer hierba a las cabras adultas y a las cabritas pequeñas les dieron biberones de leche que había preparado María.

—¡Qué bonitas, mirad qué rápido se beben el biberón! —dijo entusiasmada Sofía.


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Y por último, visitaron a las ovejas que pasturaban en los campos que rodeaban la Granja, ellas comían todo el tiempo.

—Las ovejas necesitan estar siempre acompañadas porque si no se ponen tristes. Al igual que la cabra, es herbívora y come hierba y pequeños arbustos y sus patas acaban en pezuñas también —explicaba Lucas.

—¿Y sabéis que nos da la oveja? —preguntó María.

—Lana para poder hacernos ropa, bufandas, guantes… —contestó Laia.

—También puede darnos leche y carne —contestó Pepo.

—Y hacen “beee” —dijo Leo.

Después estuvieron acariciándolas y jugando con ellas.


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Los niños estaban muy contentos de estar en la Granja de Pepo, no sólo habían cuidado de todos los animales y habían jugado con ellos sino que también habían aprendido muchas cosas nuevas sobre ellos.

Antes de irse, María y Lucas le pusieron a cada niño/a una medalla hecha de madera con un mensaje que decía: “soy un súper granjero”.

—Muchas gracias por visitarnos y ayudarnos a cuidar de nuestros animales. ¡Hoy sin daros cuenta os habéis convertido en unos súper granjeros —dijo María.

—¡Podéis volver cuando queráis! Aquí hay mucho que aprender y como decía mi abuela: “el saber no ocupa lugar”. Seguid manteniendo esa alegría y esa motivación por conocer y aprender cosas nuevas porque así conseguiréis todo lo que os propongáis en la vida y llegaréis lejos, muy lejos —dijo Lucas.

Todos los niños lo escuchaban con atención y Pepo también, sonrió al recordar cuántas veces su padre le había repetido ese mensaje desde que tenía un año. Y la verdad, gracias a ese consejo las cosas le iban bien, así que… ¡seguiría aprendiendo!

 

Escrito por: Yolanda Martínez Duarte.

4 comentarios:

  1. Ostras que bonito, esta noche se lo leeré a mi hijo 😊 seguro que le encantará. Me encanta como de cada animal vas explicando sus cualidades. Que manera de inculcar a los más pequeños el amor hacia los animales de la granja, incluyendo valores como cuidarlos. Y que no solo se centren en el interés de obtener el beneficio que nos da cada uno de los animales. Muy bien planteado 🤩 Sigue así Yolanda! Un abrazo.

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  2. ¡Muchas gracias por tu comentario y por tu opinión Verónica! Me hace mucha ilusión que lo compartas con tu hijo, a ver que le parece a él también😊 ¡su opinión es muy importante! Un abrazo y gracias una vez más por leerme😉

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  3. Que chulo!! A mí hija le ha gustado mucho y asido participe como si ella estubiese en la granja. Gracias por compartir con nosotros estos cuentos tan bonitos

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    1. ¡Hola Verónica! Muchísimas gracias por darme tu opinión y lo mejor aún gracias por compartir el cuento con tu hija, me ha hecho mucha ilusión y más aún que haya disfrutado siendo partícipe de esta pequeña aventura en la Granja😉 ¡un abrazo grande!

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