Tras una semana ajetreadísima, Luka y Carlota consiguieron hacer un hueco para tomar un café juntos. El reencuentro fue de película, Luka abrazó a Carlota y elevándola hacia arriba, dio varias vueltas y después, al bajarla de nuevo al suelo, la besó con mucho cariño; apartó su cabello y le susurró al oído:
-No imaginas lo que te he echado de menos. TE AMO.
Ella sonrió y asintió con la cabeza, al mismo tiempo que se mordía el labio con suavidad.
Después, se sentaron a tomar café y mantuvieron una larga conversación que les permitió ponerse al día de las últimas novedades.
Entre sorbo y sorbo, sus miradas cómplices se cruzaban para decirse todo aquello que no podían decir en voz alta. En ellas podía verse: el deseo, la pasión y el amor tan intenso que los unía.
-Yo no puedo estar más tiempo lejos de ti. He pensado que...
-Sea lo que sea, mi respuesta es... ¡SÍ! - La interrumpió Luka.
Ella empezó a reírse a carcajadas y después, sin pensárselo dos veces, se lanzó a sus brazos llenándolo de besos por doquier.
Después de cuatro años de noviazgo, Luka y Carlota habían decidido avanzar en su relación e irse a vivir juntos; había llegado el momento de emprender algo, y ese algo era...
¡UN NUEVO PROYECTO DE VIDA!